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Documento-marco para debatir la relación entre revolución municipalista y la reconstrucción de una Europa desde abajo en el Plenario del próximo 1 de junio, que contará con la presencia del ex-ministro de finanzas griego Yanis Varoufakis.

Barcelona en Comù, 30.05.2016

“Una rebelión democrática en Barcelona no sería un fenómeno meramente local. Conectaría con muchas iniciativas hermanas que buscan romper desde abajo con el actual régimen político y económico. En nuestro país, en el conjunto del Estado y en Europa.” Manifiesto Guanyem Barcelona, junio de 2014

 

Barcelona como punta de lanza

 

Tal y como recoge nuestro manifiesto fundacional, Barcelona en Comú es una plataforma ciudadana que nació con la voluntad de hacer de nuestra ciudad una punta de lanza de un proceso de democratización política, económica y cultural a todas las escalas.

Desde aquel junio del 2014, el movimiento municipalista se ha extendido rápidamente a nivel estatal. Las ‘ciudades del cambio’, de Barcelona a A Coruña, ya estamos empezando a trabajar juntas en red, enfrentándonos a las políticas injustas del gobierno del Estado y construyendo alternativas desde abajo.

Pero las cosas también se empiezan a mover en el plano europeo. En el verano del 2015 se constituyó la Comisión Internacional de Barcelona en Comú para responder a la ola de mensajes que nos llegaba de todo el mundo tras haber ganado las elecciones. A lo largo del último año, hemos recibido centenares de interpelaciones de activistas de ciudades de todo el continente, invitándonos a compartir nuestra experiencia y a pensar juntas los retos comunes.

Efectivamente, el movimiento municipalista del Estado, y Barcelona en concreto, se ha convertido en un referente para mucha gente que anhela un cambio en Europa. Sentimos el peso de esta responsabilidad y consideramos que nos obliga a abrir un debate dentro de Barcelona en Comú sobre el futuro de Europa y nuestro papel en el mismo. Desde luego, cualquier propuesta para transformar Europa y sus instituciones la tendremos que gestar de acuerdo con nuestro ADN: en común.

 

 

El contexto actual

 

No son menores los retos a los que nos enfrentamos en la dimensión europea del proyecto de ejercer un cambio que nos acerque a una democracia real: la lucha contra el TTIP, el auge de la extrema derecha en el norte de Europa, el continuo recorte de los derechos laborales y sociales conseguidos tras décadas de lucha y la llamada crisis de los refugiados en el marco de una Europa fortaleza, que no respeta los derechos humanos más fundamentales. Es evidente que ni los estados ni las instituciones europeas les están dando respuesta.

Es más, vivimos en una Europa de soberanías secuestradas, gobernada por instituciones que rechazan la voluntad de la ciudadanía expresada en las urnas cuando no les conviene, como vimos de forma descarada en la reacción al referéndum griego de 2015. Cada vez que la población opta por apoyar fuerzas políticas o ideas contrarias al mandato del equilibrio presupuestario, los grandes poderes de la economía caen sobre la soberanía popular, aplastándola. Cada vez que un país se aleja del mandato del déficit cero, la prima de riesgo ejerce de corrector de la voluntad ciudadana. Para las agencias de rating y las instituciones financieras solo hay una elección correcta: la búsqueda del crecimiento infinito, sin importar el coste humano. Estas políticas austeritarias, pactadas entre las instituciones europeas, los poderes financieros globales y los gobiernos estatales, están castigando de manera particularmente sangrante a las ciudades del sur del continente.

 

 

Nuit Debout y las revueltas francesas, una grieta política en el corazón de Europa

 

Las protestas sociales y sindicales en Francia y la explosión del movimiento Nuit Debout en todo el estado, con un 60% de apoyo popular y una conexión íntima y potente con las redes del 15M, han abierto una pequeña brecha de reconfiguración de la situación política en corazón de Europa. Francia es un país clave, puente entre el norte y sur del continente. La perspectiva de construcción de movimiento y de exigencia de democracia radical que se expresa en todo Francia, junto con su conexión con los movimientos municipalistas en el sur de Europa, pueden contribuir a la construcción de movimientos europeos de abajo-arriba, contra la deriva zombi de la UE y afrontando el giro a la ultraderecha que se está produciendo en los estados del Norte.

Por este motivo, un grupo de una veintena de activistas de diferentes áreas de BComú participaron en el encuentro internacional convocado por Nuit Debout, Global Debout, que tuvo lugar en París el 7-8 de mayo. (Nota: de haber asambleas de distrito de BComú interesadas en dinamizar debates en torno a esta cuestión, las personas que participaron en la delegación de París están disponibles para compartir la experiencia.)

 

 

Una red de ciudades rebeldes

 

Ante este escenario, seguimos apostando por el tejido local, por la proximidad, por la feminización de la política, por el municipalismo. Tenemos claro que la ciudad es el ágora donde nació la democracia y será donde podremos empezar a recuperarla. Pero no debemos pensar la ciudad de manera aislada, ya que tenemos que articularnos entre las ciudades que estamos en proceso de transformación democrática y estar siempre cerca de las dinámicas de movimientos vivos que emerjan con fuerza en la esfera pública europea. Es por esto que hemos de estar atentos a la posibilidad de construir una red de ciudades rebeldes que pueda romper con la Europa actual, calle a calle, barrio a barrio, desde abajo, conectando situaciones, saberes y procesos distintos.

Para nosotras, una ciudad rebelde es cualquier ciudad que se levante y plante cara a los poderes fácticos con el objetivo de construir una democracia real, crear economías alternativas, y proteger los derechos humanos y bienes comunes, ya sea desde dentro o desde fuera de las instituciones municipales. Son ciudades rebeldes los ayuntamientos del cambio del Estado, las ciudades contra el TTIP en la UE, las ciudades refugio de Grecia e Italia, y también las ciudades debout de Francia.

Ahora nos toca pensar cómo pueden articularse todas estas fuerzas, y otras más que están surgiendo, para que tengan una potencia realmente transformadora, sin perder de vista la dificultad de construir escenarios supramunicipales cuando nuestros procesos de base están todavía en construcción. Es crucial, por otro lado, pensar la articulación entre esta dinámica de construcción ciudadanista rebelde y los procesos de salto institucional, porque esa articulación es propiamente el proyecto político del cual estamos siendo protagonistas.

 

 

Abriendo el debate

 

Para abrir este debate dentro de Barcelona en Comú, desde la Comisión Internacional, invitamos a todos los espacios de la organización a reflexionar sobre las siguientes preguntas: ¿Cómo podría contribuir una red de ciudades rebeldes a la construcción de otra Europa desde abajo? ¿Cuáles son las limitaciones del municipalismo en este sentido?
¿Qué papel debería jugar BComú en la construcción de la red de ciudades rebeldes? ¿Qué acciones concretas podemos tomar desde ejes, barrios, comisiones y el Ayuntamiento para impulsar el cambio a nivel Europeo? Nos encontraremos en un plenario extraordinario el día 1 de junio a las 18.30 a Cotxeres de Sants para poner nuestras ideas en común y lanzar este debate tan importante para el futuro de todas. Tenemos el gusto de informar que este debate contará con un invitado especial: el anterior ministro de finanzas de Grecia, Yanis Varoufakis, quien ha aceptado amablemente participar en esta sesión que no es abierta al público, sino una actividad interna de nuestra organización.

Si somos capaces de imaginar otra Europa, tendremos el poder de transformarla

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